La Hora Cripto #124: NOSTR
Un nuevo protocolo se presenta como alternativa a la censura de las RRSS y se llama NOSTR.
Hay un nuevo jugador en el barrio. Aterrizó en forma de protocolo y está tomando la atención de muchos queriendo sacar más jugo para transformar lo que conocemos como web 3.0 o mejor dicho, tomar la pertenencia de mis datos como mío propio. Les presento a NOSTR (Notes and Other Stuff Transmitted by Relays), un protocolo que quiere ser tu candidato ideal a una red social resistente a la censura. Para entender la importancia de esto, vamos primero a entender donde estamos parados en el contexto digital.
Vamos a dividir en tres grandes olas de digitalización. Si bien es cierto que existen momentos y puntos exactos en la historia donde cada uno toma un propio partido, nos enfocaremos en comprender como NOSTR realmente tiene el potencial de cambiarlo de la mano de bitcoin. La primera ola será desde el año 1994 hasta el año 2004, donde los pioneros plantaron las primeras semillas de la era de la información; a continuación analizamos desde el 2005 hasta el año 2021 y por último exploraremos el nuevo protocolo el cual estamos estudiando.
La primera ola. Permiso para leer
Internet en sí es un protocolo de comunicación entre pares. Cuando se crean el primer sitio web, lo que quería lograrse es compartir documentos a través de un lenguaje de hipermercado de textos (HTML) el cual contenía papers sobre como funcionaría esta nueva red. Dentro de ella, una persona podía compartir la información libremente a toda persona que posea el acceso al sitio en sí. Esta era se caracteriza principalmente por que las personas solo se limitaban en su mayor conjunto a leer, el acceso para crear documentación o de interactuar con la red en aquellos momentos no era el ideal, además que la explosión de la burbuja punto com (2000) terminó por desacelerar la idea de que internet era un lugar utópico pero no por mucho tiempo.
Punto importante es que los medios de comunicación empiezan a poner su nido para repartir su contenido pero aún no en tiempo real, sino como una réplica de sus medios impresos. Eso sí, empiezan los archivos a escribirse en digital pero los permisos para guardar están completamente centralizados en servidores.
¿Quiénes pagan por este espacio? Las empresas, principalmente aquellas que necesitan una plataforma para divulgar su contenido y ganar publicidad. Estas empresas suelen pagar grandes sumas de dinero para alojar su contenido en estos servidores centralizados. Esto significa que tienen el poder de controlar el contenido que se muestra en la web, lo que lleva a la censura de contenido. Esta censura limita la libertad de expresión de los usuarios, limitando su capacidad para compartir contenido libremente.
La segunda ola. Permiso para leer y escribir
Las redes sociales empiezan a tomar el protocolo de comunicación. En un principio empiezan en forma de evolución de foros como MySpace, 4Chan, Orkut para luego tener como auge principal Facebook. A continuación de estos, las redes empiezan a tener una relevancia no para el espacio per se sino que se genera una necesidad de compartir la vida, de mostrarse, de crear una suerte de Truman Show pero individual, donde las corporaciones actúa como productores ejecutivos y nosotros hacemos el resto.
Pero no fue suficiente con subir las fotos, Silicon Valley se dió cuenta que podíamos también transmitir nuestras vidas a través de las redes sociales, por lo que las publicaciones se convirtieron en momentos y esos momentos se exhiben a través de breves relatos de nuestras vidas. A cambio de una breve exposición, consumimos anuncios corporativos que mantienen la cadena de suministro flotando y expandiendo créditos por todo el mundo. Ahora, ya no era suficiente con mostrarse y breves relatos, ¿se podría también seguir en vivo? ¡Claro que sí! Entonces, creamos las transmisiones en vivo y en conjunto con relatos verticales, sumado a las publicaciones casuales, hemos creado un mundo feliz, Huxley se revolcará de la envidia si vuelve a la vida, estamos azotados por las hormonas temporales de la felicidad.
¿Quién paga esto? Pues nosotros, al vender nuestro bien más preciado: el tiempo. Verás, Esta segunda ola de redes sociales, que al principio velaba una evolución en la forma de hacer activismo como la Marcha de 1 millón contra las FARC o la primavera árabe, de repente se convirtió en un harén de productos y cada uno de ellos buscaba nuestro bien más preciado en conjunto con el activo más valioso del mundo digital: nuestra atención.
A medida esto pasaba, las redes sociales captaban un problema fundamental: lo social ya intervenía con lo político, es decir, volvíamos a la concepción misma del internet y es que esta herramienta es un bien político. No es un invento mío, es que Tim Barners-Lee ya lo dijo: el internet es una herramienta política.
¿Cómo lo vemos esto? La injerencia directa de Facebook en Brexit, el asunto de Donald Trump, las censuras en tiempos de COVID-19 y si todo esto fuera suficiente para decir meh, simple paranoia, salen los Twitter Files que, perdidos y sin hacer mucho ruido, ponen los puntos, dejando en evidencia que la censura es un servicio corporativo.
Punto intermedio: La Ola del incentivo y la experiencia de Stacker News
Stacker News es una plataforma de noticias creada por k00b, el cual ofrece una experiencia de noticias única, al incentivar a los usuarios a compartir contenido de calidad. Esta plataforma fue diseñada para ofrecer una experiencia de lectura mejorada a los usuarios, ya que proporciona contenido de calidad y evita el spam.
La plataforma Stacker News usa Lightning Network para eliminar la censura y permite a los usuarios compartir contenido en forma segura y transparente. Los usuarios pueden compartir noticias, artículos, videos, imágenes y otro contenido sin preocuparse por la censura de las empresas. Tiene un sistema de incentivos que recompensa a los usuarios por compartir contenido de calidad. Los usuarios reciben recompensas por compartir artículos, noticias y otros contenidos y por interactuar con otros usuarios.
La plataforma Stacker News también ofrece una experiencia de lectura mejorada al incluir un sistema de clasificación de contenido que ayuda a los usuarios a encontrar contenido relevante para ellos. Los usuarios también pueden recibir notificaciones cuando hay nuevos contenidos disponibles y filtrar contenido por temas. Lo genial de Stacker News no es tanto la información sino como se incentiva/desincentiva la información y eso es cuando los usuarios votan con dinero. ¿Vale tu información mi dinero? Pues lo voto.
Si bien Stacker News no es descentralizada en la naturaleza entera, de esto se encarga directamente el dinero y los votos. Aquí el spam cuesta caro y como reza el refrán: hablar de baratijas cuesta caro.
Tercera Ola. Permiso para leer, escribir y poseer.
Con esta segunda ola empezamos a entrar en una nueva era de consumo de contenido, una era dominada por las empresas y con ella llega una pregunta fundamental: ¿quién nos protegerá de la censura? La respuesta a esta pregunta es la tercera ola de digitalización, la cual será encabezada por NOSTR.
NOSTR es un protocolo que nos ofrece una forma segura de compartir texto, imágenes, videos y otros contenidos a través de la blockchain de Bitcoin y los nodos de NOSTR. Esto significa que nuestros datos estarán a salvo de la censura de las empresas, ya que la blockchain de Bitcoin contiene una capa de seguridad creada a partir de la tecnología de prueba de trabajo, que nos garantiza que nadie pueda modificar o eliminar nuestros datos. Además, el protocolo de NOSTR permite que los usuarios puedan intercambiar contenido, noticias y mensajes de forma segura, sin tener que preocuparse por la censura o el control de las empresas. Esto es posible gracias a los nodos de NOSTR, que se encargan de procesar los datos y asegurar la integridad de la información. De esta forma, nuestros contenidos estarán siempre a buen recaudo, sin importar quien los controle.
¿Lo hacemos más simple? NOSTR es el equivalente de BitTorrent de la época, donde caía un sitio web pero renacían tres, bajaban servidores pero al mismo tiempo ya había copias corriendo en la misma, solo que esta ocasión, este protocolo nos permite hacer lo que sea en términos sociales.
Cada uno posee sus datos a través de las llaves públicas y privadas, todos somos dueños de nuestros propios datos. Se acaba la era de perdí mi contraseña y voy al servicio de atención de Facebook para rogar que me devuelvan mi cuenta, hoy cada uno puede poseer una cuenta de manera libre y gratuita. Y todo suena bien pero resolvemos también la pregunta más importante de todas: ¿cómo se financia esto?
¿Funcionará NOSTR?
Recordemos que en las otras eras, las corporaciones llevaban la chequera y vos eras el producto. Al tener vos hoy tus datos, vos sos responsable de mantener todo operando, sí, vos que estás leyendo esto. Al día de hoy, el método más utilizado es bitcoin a través de Lightning Network, que permite hacer pagos instantaneos y seguros en la red. Si a alguien le gusta tu contenido, entonces, se te da dinero, si te gusta el contenido de alguien, vos podes dar dinero. Un sistema hermoso que incentiva la economía circular sin intermediarios.
Es muy pronto para quitar un veredicto pero puedo decir con lujo de detalles que este es un muy buen primer paso. Invito a toda persona que lea esto que haga dos cosas:
Construya cosas con NOSTR: Escribe, prueba, imagina cosas. Necesitamos de vos para seguir creciendo, somos unos noditos chiquitos aún. Pasitos de bebé para todo lo que se viene.
Ataque NOSTR: Estás leyendo bien, te estoy invitando a atacar el protocolo pero no es de malas intenciones, sino que veas y busques vulnerabilidades, explotes las carpetas y librerías en busca de algo que pueda afectar al resto. Atacar a la red es lo que hizo grande a bitcoin, puede replicarse esto también para NOSTR.
Conclusión
No sé si tendrá futuro NOSTR, no lo sé honestamente pero me hace agua en la boca y me llena de felicidad que al fin tengamos un espacio de esparcimiento libre de censura, a fin de cuentas, las redes sociales deben ser espacios para mis amigos y mis enemigos, de lo contrario, estamos hablando de oposiciones idiotas que no construyen nada.
Sigue comprando satoshis, sigue luchando la censura.
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