La Hora Cripto #46: 😎Bi(den)tcoin💸
Las regulaciones insípidas no tienen cabida en el ecosistema. Te cuento una historia de PGP y por qué la salida de Trump no significa nada.
Relata Simon Singh en su libro The Code Book como en los año '90 hubo una batalla legal que sentó precedentes en lo que respecta a criptografía y esa batalla el día de hoy está a punto de ser revivida pero esta vez no jugarán solamente en el estrado judicial sino también en lo económico. La batalla recién inicia y el Estado quiere anteponer su voluntad...otra vez.
Criptografía para todos
¿Conocen a Phil Zimmermann? Es un rockstar, de la talla de John "prefiero a mi tóxica con arte hamparte que mi grupo de música" Lennon o Elton "hice una película del toor pero soy Sir por lo que estoy habilitado a hacer lo que se me cante" John pero incluso diría que mucho más. Su contribución para el ámbito criptográfico es sin igual: es el padre del Pretty Good Privacy (PGP para los amigos) y es quizás una de las funciones criptográficas más importantes del siglo XX, a la talla de Vigenère o Babbage, quizás más. Pero resumido y sin insertarnos en cuestiones técnicas, Phil encontró un método para podamos autenticar documentos digitales (desde simple correo hasta un documento) y garantiza que no te están suplantando, que tus datos son realmente auténticos. A tal punto es su contribución, que hoy usamos el OpenPGP en cualesquiera que sean sus implementaciones. Dicho de otro modo: es un estándar de la industria.
¿Y para qué te estoy contando esto? Pues, contexto: eran los '90 y para entonces la criptografía como la conocemos era mayormente utilizado en aplicaciones militares, de hecho, la criptografía era considerada un arma. Para entonces y queriendo cuidar que la aplicación siga siendo estrictamente para uso estatal, un Senador de los Estados Unidos, en el nombre del combate al terrorismo y seguridad nacional, quiso restringir el uso como militar. Aquí, nobleza obliga más historia: el miedo estaba en que esta tecnología caiga en manos de espías y/o militares que puedan intercambiar información para la aniquilación del Frente Este.
Recuerden: estamos saliendo de la guerra fría, la Unión Soviética estaba desapareciendo y las lecciones aprendidas desde 1945 indican que la criptografía es un sistema importantísimo para la comunicación estratégica, por lo que a los ojos del Estado, esto debía permanecerse así y las comunicaciones debían siempre estar disponibles a intervención.
Comunidad abierta
Pero del otro lado, estaban los hackers, personas de la comunidad digital emergente quienes abogaban por una comunidad interconectada que respete el ejercicio de la privacidad. Estos -entre ellos Phil- demostraron que el internet no era algo restringido en países sino era una comunidad global. A pesar de la ley que prohibía la exportación de armas (o sea, no podías exportar criptografía), la comunidad les demostró lo inútil de la ley de diferentes formas, ¿mi favorita? empezaron a tatuarse el código perl por dos motivos: eran cortos y lo llevabas contigo, ¿que harán en el aeropuerto? ¿cortarte el brazo? Además, un agotado oficial de seguridad del aeropuerto no es que iba a empezar a leer una encriptación de 128 bits y te detendría para decirte: pará ahí gato, ¿a ver tu tatuaje? ¿estás usando SSL para tus transacciones tatuadas?
Al darse cuenta de este error, en 1996 finalmente declaran inconstitucional (en USA) la ley mencionada anteriormente. Hoy día disfrutamos de sus beneficios. Ah, ¿el punto central? Quien participó para que esto siga siendo de uso militar y que el Tío Sam pueda llevar la democracia (sabes de lo que hablo ✈️💣💣💥) en lo digital también, fue el Senador por Delaware y hoy 47º Presidente de los Estados Unidos, Joe Robinette Biden Jr.
KYC para todos
Al momento de escribir esto, estoy verificando que Bitstamp, entre sus nuevas políticas de KYC para los usuarios te pide que coloques un whitelist address con una foto -no, no es broma- de que vos efectivamente sos el dueño de la wallet; en edicionesanteriores hemosinsistido una y otra vez que cuando el Estado quiera regular algo, debemos prestar especial atención. No es malicia, quizás quienes crean estas regulaciones tengan las mejores intenciones pero ya hemos visto que la vigilancia no es amiga de la libertad de expresión o la privacidad de las personas. Este mensaje va para todas aquellas personas que tengan un ápice de esperanza que la nueva administración sea más compasiva para criptomonedas, no señor.
Desde el momento en que apareció la BitLicense a entorpecer fue obvio que nos metimos en un baile serio; si bien es cierto que el Banco Internacional de Pagos, el banco central de los bancos centrales, ha emitido papers favorables al respecto, recuerden que las CBDC (monedas de bancos centrales) están a la orden del día y no dudarán en usarlo.
¿Acaso quieren destruir los bancos?
Nah, no somos esa clase de personas, quienes incorporamos bitcoins/ETH u otras monedas a nuestros portfolios, no estamos para esas calañas de la Guerra Fría del capitalismo o comunismo.
Te digo cuál es nuestra estrategia, utilizando simplemente el principio de Kerckhoffs: nos sentaremos a comprar BTC (u otra criptomoneda) cada tanto, convirtiendo el fiat, luego iremos a la cocina a traer pororó (palomitas, no sé como le dicen en tu país) para ver el desastroso show de los bancos-reguladores quienes, en el nombre de la trazabilidad y protección al consumidor, harán desmadres legislativos y queriendo aplicar el chilling effect dentro de la regulación para las criptomonedas, harán que los mercados sin KYC/AML florezcan primaveralmente y será como querer ver apagar el fuego con carbón, repitiendo un círculo virtuoso/defectuoso, dependiendo de quien esté al volante.
Lo que no entienden los reguladores de programación, criptografía o el internet, lo entenderán mediante sus propios actos. Y ojo, no es una amenaza ni nada similar, es como me imagino que termina la película en el peor de los escenarios. En el mejor, los Estados reconocen a las criptomonedas como monedas válidas y el comercio da un giro inesperado. Pero debo pecar de pesimismo aquí.
El plan B
Vamos a seguir luchando con todo y haciendo un japiro -expresión de sacar el dedo medio en guaraní, la j se pronuncia como y en castellano- gigante de manera no violenta y pacifica, usando el arma más mortífera que nos regaló la naturaleza pero que lo perfeccionamos los humanos: el comercio. Comprando bitcoins, participando del ecosistema, debatiendo, escribiendo códigos, por primera vez en mucho tiempo, tenemos la oportunidad de participar en la historia de manera muy activa sin pedir permiso a nadie.
Pero Nelson, el que nada debe, nada teme. Amiga/o, yo no soy nadie para decirte que hacer y que no hacer pero algo siempre recuerda: si hay un exchange que participa con un regulador, si hay un problema, ellos no dudarán en sacrificarte, sos el cordero del corredor financiero; la historia ha demostrado que el Estado favorecerá corporaciones y conglomerados, no a vos, por lo que está en tus manos decidir. ¿Lo mejor de esto? Es voluntario, nosotros no te obligaremos jamás a nada, será tu decisión y responsabilidad hacerlo. La invitación está abierta.
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